lunes, 12 de julio de 2010

Amsterdam

Para mi Oma
Te voy a extrañar, mucho.

Y se fue. Se nos escurrió entre los dedos como agua de lluvia. Tan fresca, tan mujer. El cuerpo empapado en mariposas, las manos llenas de tulipanes y de rompecabezas, los ojos tiernos mirando siempre al frente. Firmes. Un sinfín de anillos enredados en el pelo eterno, blanquísimo. El beso dulce, la coquetería constante, la sonrisa glotona con olor a café. El acento enmarañado en el paladar. La canción que se le escapa entre los labios tiernos. Las piernas flaquitas, tan llenas de mundo. De arrugas; de historias. Los brazos fuertes que aguantan, sostienen, empujan, abrazan. Siempre. El cuerpo blando que sueña en el mar.