sábado, 19 de febrero de 2011

Catáfilas

Deshojé cebollas hasta marchitar los párpados hasta vaciar las cuencas hasta partir los ojos en mil pupilas verdes lloré cebollas para regar las plantas y llover las plazas y beber los ríos de agua turbia partí mi cuerpo para regalar dedos caminar sexos compartir sangre con los muertos y los viejos y los reyes de piel azul abrí los pulmones y por la ventana tiré mis soplos alimento para caminantes y palomas tristes para que de mi aire se hinchen y vuelen alto al cielo como globos de papel rojo o avionetas de champú y con un solo golpe arranqué mi nariz de loba y bañé los semáforos y las calles con fragancias de miel oscura y los nervios y las lombrices brotaron todos juntos por el ombligo abierto entonces quise vomitar mi estómago y tirárselo a los perros y con un tramontina corté mi lengua en siete y en sobres perfumados repartí mis palabras para que nunca dejes de escucharme vibrar arranqué mis dientes para enhebrar collares que adornarán el cuello fino de las mujeres de peinado alto y con mi pelo tejí abrigos que se venderán por catálogos en peluquerías y sitios de internet salté las uñas de a una arranqué las pestañas las orejas los tendones desenterré los músculos con los que se fabricará el jabón que algún día lavará el mundo y desgajé mi corazón en cien latidos entre los ventrículos vi sangrar las espinas germinar las penas los poros los besos un océano de pétalos vivos entre las manos y soplarlos por el balcón verlos caer en el viento verlos morir bajo los autos bajo esas ruedas bobas y las botas negras siempre marchando y entonces temblar sobre la alfombra dejarse caer tan blanda sobre la alfombra sucia y saber que cuando mañana lleguen aquí lo único que encontrarán serán mis bocas y que cuidadosamente las envolverán en una servilleta usada para tirarlas en el tacho al salir.

martes, 15 de febrero de 2011

puerta es rectángulo

puerta es rectángulo
retazo de madera ajada
un ceder sutil en la humedad del crujido

puerta es muro que separa en un golpe seco
susurros y latidos y cuadernos de madrugada
puerta es mano temblorosa que duda en el umbral
que rasca despacito la madera del olvido

puerta es línea que dibuja los límites de ayer
fin del mundo o del juego
peces descoloridos secándose en el borde
puerta es siempre incertidumbre al otro lado
vacío o mil cuervos
cataratas de bilis de un sueño intranquilo
puerta es lo desconocido que chorrea por la frente
sudor nervioso y celda del dormir

puerta es suelo vertical en las piruetas del amante
respiración confusa que empaña tus ojos
una chispa antes del beso

puerta y se me eriza la nuca
porque puerta es adiós y hasta nunca ya de noche
es despedida de manos nostálgicas
ojos mojados de tanto atardecer

puerta separa lo que puedo y lo que no debo
puerta es reja por donde nunca pasa el sol
aviso de soledad y cartas en blanco
puerta y las pestañas sucias de tanto arder
nido de piernas amputadas
puerta amarra las alas del que sueña

puerta es fin pero también principio
porque la puerta se rompe a patadas
se cascotea hasta el cansancio para poder entrar
y entonces puerta es puerto
vientre maduro de espera
orilla de llegada y taza caliente
puerta es arroyo donde los barcos amarran
suspiro de alivio y abrazo del mar

puerta es menos mal que volviste anudado en la garganta
caricia de luz en la habitación a oscuras
el cuerpo raído deslizándose entre las sábanas
puerta es la mano que patina por mi espalda
nuestro refugio
la barrera contra el frío

puerta es la noche que se nos cae encima
tu boca mordiendo estrellas
mi pelo enredándose con la luna
puerta es lo que queda
cuando desaparecemos del todo