domingo, 27 de junio de 2010

Mejor que cien volando

Pero el pájaro azul amaneció sin alas. Y entonces, claro, ya no pudo volar. Los otros pájaros rieron a carcajadas mientras abandonaban sus nidos y pintaban el cielo de pirueta y de vaivén. Se alejaron a los gritos, rumbo al horizonte. Querían llegar al Sol. El pájaro azul suspiró de tristeza y dudó un instante. Entonces, todo orgullo, saltó de la rama al suelo. Y empezó a caminar.

4 comentarios:

  1. Gracias profe, vos tenés mucho que ver en esto. Y por supuesto que me encantaría!

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  2. Me re gusto este. mucho muy!

    A ver si te veo el miércoles de una vez, me mal acostumbras y ahora no verte una semana es una eternidad :(

    besitos.

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  3. Monstruoso mi amor!
    Esta no la conocia!

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